Los regalos expresan emociones, son gestos y un mensaje que enviamos comunicándole lo que sentimos por él o ella.
Estudios han demostrado que es más placentero regalar que recibir, en 2010, Elisabeth W. Dunn y su equipo encontró que los adultos eran más felices cuando se gastaban el dinero en otras personas que cuando lo hacían sobre ellos mismos. En 2012 un estudio publicado por PLOS One, encontraron que los niños demostraban mayor satisfacción al regalar sus dulces que al recibirlos.
Estamos en una época en la que regalar está bien
visto más que recibir, una época donde miles de niños mueren de desnutrición y
enfermedad; ancianos abandonados sin hogar, sin techo, sin pan; mujeres papá y
mamá a la vez, sin trabajo, sin un peso en el bolsillo y cuatro bocas por
alimentar; personas que pocas veces ven la luz del día porque no tienen una
silla de ruedas para movilizarse.
Entonces qué tal si de vez en cuando nos
comportamos como niños y regalamos unos pesos a una fundación que ayude a los más
desamparados, o mucho mejor aún, ir y ayudar personalmente, seguro será doblemente
gratificante.
Piensa en la última vez que regalaste un hermoso
obsequio a ese ser tan querido-a, ¿Cómo te sentiste?, si pusiste tiempo y dedicación
en hacerlo, seguramente te sentiste mucho mejor al ver que quien lo recibió se alegró
en gran manera.
¡Sí!, recibir también nos hace feliz, algunas ocasiones
más que otras pero no se compara con la felicidad que se siente al dar. Así que
si quieres ser más feliz, Sé más generoso.
Y
no se necesita dinero para hacer un buen regalo, ya que desde antes que
existiera el dinero ya los hacíamos, entérate Historia de los regalos
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